Todo lo que rodea al término piercing (perforación) conlleva unas medidas estrictas higiénico sanitarias que van desde un ambiente adecuados a este fin hasta la profesionalidad y saber hacer de un buen piercer.
No menos importantes son los útiles y agujas desechables, al igual que...las mismas piezas que colocaremos a la hora de la perforación. Nosotros siempre utilizamos piezas adecuadas a cada perforación para obtener prontas cicatrizaciones; destacando el Titanio, Acero Quirúrgico y en ocasiones Teflón.
Otros materiales como el Níquel o el Zinc pueden contener componentes tóxicos como el Vanadio que son contraproducentes para la salud.
Cada perforación, para un óptima curación, requiere un material específico ya que ciertas zonas piden que la pieza a colocar tenga peso, como el que nos da el Acero Q, por ejemplo el lóbulo de la oreja. Otras, en cambio, como la ceja, no se aconseja aportar peso y se utiliza Titanio… Aunque luego cada piercer tiene sus trucos y sus propias ideas.
Lo que precede en cada perforación es el uso de catéteres estériles y desechables, siempre adaptados a cada piercing. Con esta técnica es la única manera de garantizar la máxima higiene.
El resto del utillaje que no sea desechable (pinzas, tijeras, alicates, y piercing a colocar) estará siempre esterilizado previo a la colocación de cada piercing (de ser solicitado se hará a la vista del cliente). Esto se hará en un autoclave fabricado para dicha función el cual esteriliza cada uno de los elementos utilizados (aro, pinzas, gasas, paño de trabajo, etc) a traves de vapor de agua a 130 ºC y a presión, garantizando así la completa eliminación de cualquier micro-organismo perjudicial a vuestra salud.
No menos importantes son los útiles y agujas desechables, al igual que...las mismas piezas que colocaremos a la hora de la perforación. Nosotros siempre utilizamos piezas adecuadas a cada perforación para obtener prontas cicatrizaciones; destacando el Titanio, Acero Quirúrgico y en ocasiones Teflón.
Otros materiales como el Níquel o el Zinc pueden contener componentes tóxicos como el Vanadio que son contraproducentes para la salud.
Cada perforación, para un óptima curación, requiere un material específico ya que ciertas zonas piden que la pieza a colocar tenga peso, como el que nos da el Acero Q, por ejemplo el lóbulo de la oreja. Otras, en cambio, como la ceja, no se aconseja aportar peso y se utiliza Titanio… Aunque luego cada piercer tiene sus trucos y sus propias ideas.
Lo que precede en cada perforación es el uso de catéteres estériles y desechables, siempre adaptados a cada piercing. Con esta técnica es la única manera de garantizar la máxima higiene.
El resto del utillaje que no sea desechable (pinzas, tijeras, alicates, y piercing a colocar) estará siempre esterilizado previo a la colocación de cada piercing (de ser solicitado se hará a la vista del cliente). Esto se hará en un autoclave fabricado para dicha función el cual esteriliza cada uno de los elementos utilizados (aro, pinzas, gasas, paño de trabajo, etc) a traves de vapor de agua a 130 ºC y a presión, garantizando así la completa eliminación de cualquier micro-organismo perjudicial a vuestra salud.